L. M. López - Argentina
El me contestó que le agradaba la Percepción Unitaria, porque veía que era pura paz y alegría. Vemos pues, cómo enseñamos más con lo que somos y hacemos, que con lo que decimos...
Hablando con mi hijo de siete años, le decía que él no tenía por qué pensar igual que yo, y que no tenía que creerme nada, que él tenía derecho a pensar por él mismo, y que aunque no quisiera la Percepción Unitaria, yo lo querría igual. El me contestó que le agradaba la Percepción Unitaria, porque veía que era pura paz y alegría. Vemos pues, cómo enseñamos más con lo que somos y hacemos, que con lo que decimos.
También he notado gran profundidad y afecto en nuestra relación (madre-hijo), una se asombra de todo lo que los humanos nos perdemos, esa vida abundante y rica, llena de amor y cercanía con los seres queridos.
Un abrazo fraterno a todos.
L. M. López - Argentina
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